Arrancamos un mes que, casi siempre, ha sido para mí un tiempo de buenas vibraciones y sensaciones. Siempre me ocurren "sucedidos" para compartir y
espero que este mayo sea tan grato como otros que ha habido a lo largo de mi caminar.
Tras un tiempo de reflexión y de mirar para adentro, llega el momento de abrir puertas y
ventanas y dejarme bañar por el aire fresco que llega de la montaña, que me nutre por dentro
y por fuera, que alimenta mis raíces y me da tanta vida, tanta dicha....
Me viene a la cabeza el poema de Gioconda, "Plenitud"...
me siento como este árbol que acá les dejo...
Fuerte, redonda, dulce, valiente, empoderada, mía y de todo el mundo, tenaz,
con raíces, con crecimiento que me lleva hasta el infinito y más allá....
Y desde ahí, camino y avanzo. Sin miedo y sin esperar nada....solo lo que busco,
que es paz y serenidad me va a ir llegando si me dejo fluir...
y ya la voy sintiendo y voy vibrando con ella.
Como este tejo milenario, con estas raíces fuertes y esas ramas escalonadas.
Ese es mi proyecto, esa es mi luz.
La foto me la presta Bea, una de mis flamenkitas favoritas. Buena foto y buena fotógrafa
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