Un año más, llega el Solsticio de Invierno,
el comienzo de un ciclo,
del invierno,
de la reflexión y de la apertura,
un tiempo para soltar y para abrigar el alma,
un tiempo para la soledad y la compañía a partes iguales.
Que difícil a veces compaginar un tiempo para mí
y un tiempo para compartir.
Cuánta falta nos hace, cuánta falta me hace y cómo busco cada día
ese autocuidado mío y que repercute en el resto.
Escucho a India Martínez cantando Niño sin Miedo...y siento ese mismo dolor en mí,
las pateras en el mar, la lucha por la supervivencia, la esperanza siempre arriba y
seguir peleando la vida,
aunque nos cueste morir.
Seguimos muriendo en el océano, ese tan bello que tanto nos relaja y nos alimenta el alma.
Qué contrariedad, que mundo maldito de contrastes nos tocó vivir
y sin embargo hemos de comprenderlo.
Estamos inmersos en la Navidad, desde primeros de Noviembre.
Compramos regalos, fijamos encuentros,
pagamos a raudales los dulces que sustituyen
a veces las carencias emocionales
y los disturbios familiares que no deseamos ver.
Estas fiestas para cada quien tienen su sentido.
Para mí el solsticio es encuentro y energía,
es calidez y es abrazo,
es sentimiento y es calor humano,
es renovación de propósitos y puesta en juego,
es ponerme en camino y ser capaz de andar,
es reflexionar sobre los retos que logré y valorarlos.
Quienes están más cerquita mía,
saben-conocen-son conscientes...
de todo lo acontecido en este año al que le quedan 11 días escasos.
Un año de logros,
un año de duelos,
de retos alcanzados,
de sueños vividos y que deseo-lucho pro mantener.
Un año de luz y calidez recibidas
como un manantial por personas queridas,
un año de casualidades y causalidades,
un año de energía y respeto mutuo.
Un año para recordar, de acompañamiento en los momentos más duros
y difíciles que la vida provoca, de agradecimiento.
Si.
Este es para mí es año del AGRADECER.
Agradecer estar aquí, tener salud y poder acompañar,
agradecer la vida,
agradecer cada día ser yo misma.
Agradecer el don de escribir y querer alcanzar un sueño...
Agradecer toda la gente, mágica gente, que me rodea, me quiere,
me cuida y me interpela el cuerpo y el alma.
Este solsticio abro en canal mi corazón y mi alma
para que se llenen de AGRADECIMIENTO y de ENERGÍA.
Gracias a la vida ¡¡