Nacer y renacer
y volver a crecer
y hacerse grande
y chica a la vez
y poder tocar las nubes,
el sol,
las estrellas...
y quedarnos entre ellas...
susurrando poemas y versos.
Y escuchar la música secreta de los misterios
y volar fuerte, alto, sin miedo
sin temores ni tapujos...
Y renacer a la vida cada día,
como si este fuese nuestro último aliento...
y como el papagayo,
volar para siempre
en una ráfaga de viento...
(Subo este vídeo porque una de las personas a las que más quiero en este mundo ha sido madre y esta nana y la voz que la acompaña me recuerda mucho a ella. Bienvenida al mundo, PEQUEÑA)
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