SOBRE EL CAMINO MOJADO - ERNESTO CARDENAL-
van y vienen,
cortado en gradas en la roca,
colgaban como cabelleras o como culebras
las lianas de los arboles.
Y una especie de superstición flotaba en todas partes.
Y abajo:
la laguna de color de limón,
pulida como jade.
Subían los gritos del agua
y el ruido de los cuerpos de color de barro contra el agua.
Una especie de superstición...
Las muchachas iban y venían con sus cantaros
cantando un antigua canto de amor.
Las que subían iban rectas como estatuas,
bajo sus frescas ancoras rojas con dibujos
los cuerpos frescos de figura de ánfora.
Y las que bajaban
iban saltando y corriendo como ciervas
y en el viento se abrían sus faldas como flores
Esta entrada para Alex, por tantos años de presencia en mi vida y por estar ahí, simple-llana y sencillamente. Con todo el poderío que me transmite y por todo lo que me aporta.
Gracias ¡¡
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