A la luz de las velas,
bañada de sombras,
en un silencio sosegado
casi indescriptible...
Conectando con mi energía,
la que fluye de mis poros,
a través de mi piel
y se abre paso
en mi voz
y en mis gestos...
A la luz de las velas
y la música envolviendome
encuentro en el proceso,
fuentes de calor
y sombras de hielo
que me dejan acariciarlas
y serenar con ello
mi fuerza.
A la luz de las velas
encuentro lo que busco
en este mar en calma
y fiero,
en este naufragio continuo
que no termina nunca
de hallar su puerto.
(Momento de conexión con el texto y ensayo del Sol Solito)
Foto: Atardecer poderoso en Costa Caparica, Lisboa. Verano 2009.
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