A veces se rinde, no puede evitarlo,
su instinto le indica que debe dejar que la vida fluya sin tanto preámbulo...
Es complejo tan siquiera intentarlo.
Y le duelen las entrañas si permite que sus miedos campen con descaro
a sus anchas en el mar de sus adentros,
donde las olas bravas golpean fuerte la suave arena de sus sentimientos.
Y a veces, solo a veces, siente miedo y temores y un vacío inmenso por dentro que le hace bloquearse y desear rendirse de nuevo.
Pero luego se repone, se levanta y peina el pelo
enredado de emociones y salitre de misterios,
y vuelve a ser fuerte y libre
y verdad al caminar
y sinceridad en el cambio que desea para su vida,
andando ya en el sendero
en el que aprendió que era valiente sin tan siquiera pretenderlo.
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