Salir a la calle es una aventura.
El hielo que ha dejado la nevada no se va de ningún modo y las autoridades invitan a la ciudadanía a hacer comunidad, mientras ell@s descansan cómodos y cansados de tanto pensar. Y el frío sigue congelandolo todo en las noches gélidas de Madrid. El servicio de Comida a domicilio del Ayuntamiento ha retomado su reparto el pasado viernes, la gente mayor o discapacitada se ha tenido que alimentar de botes y frascos de garbanzos.. quienes tuvieran acopio de despensa claro...
Las plazas reservadas para Estacionamiento de personas con discapacidad están repletas (las que estaban vacías cuando nos visitó Filomena) de nieve a mansalva sin que nadie, absolutamente nadie, esté percatandose de ello.
Ir a comprar es todo una experiencia sorteando obstáculos, hielos y demás...
Pero no teman, amig@s,!! han vuelto las terrazas¡¡Ya podemos tomarnos nuestro desayuno favorito al borde de esos espacios verdes que adornan algunas calles grandes, llenitas de hielo y de los restos del naufragio de las mascotas ( ya saben... muy agradable y escatologico todo) con estufita incluida.
(Perdón por mi percepción de lo ridículo de la situación y de la foto)
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