Me doy permiso para reírme a carcajadas sin pensar
en qué pensarán quienes me rodean.
Me doy permiso para despeinarme las ideas, alborotada toda por el viento
de las revoluciones que vendrán.
Me doy permiso para fluir, para soñar,
para dejarme llevar por el corazón,
al que a veces tengo arrebatado
y sin saber por dónde andar.
Me doy permiso para detenerme ante un escaparate,
para tomarme un té sin prisas compartiendo palabras
con buena compañía,
para expresar mis emociones y sentimientos
sin miedo a la recepción de quien escuche.
Me doy permiso para ser yo misma,
sin tapujos ni arreglos.
Me doy permiso para que el pelo se me rice aún más
por la emoción de vivir,
"ensortijándolo" más si cabe.
Me doy permiso para llorar
y emocionarme en público,
cuando todo el mundo se pregunta qué te sucede
en un lugar concurrido.
Me doy permiso para navegar en este océano
que es la vida.
En mi barca llevo lo imprescindible
para sobrevivir
y el alma llena de cauces, palabras y fueguitos
para vivirla intensamente.
Por alegrías, Poveda con La Lupi (maravillosa en directo si no la conocen)
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