Ver tu sonrisa y sentir el alma abierta
de par en par,
sin más esperanza que pensar
que será eterna
y sabernos viv@s peleando
por un mañana mejor.
Reirme a carcajadas cuando te miro
y sentirme, así, dichosa y embriagada de felicidad,
sin más.
Instantes cargados de vida,
momentos únicos que se convierten
en anclajes poderosos,
acá en mi alma,
allá en la lucha.
La vida era esto:
instantes.
Hoy me siento como un árbol
que se supiera mujer.
Alta, fuerte, bien vivida,
y en plena madurez.
(Plenitud, Gioconda Belli)
que se supiera mujer.
Alta, fuerte, bien vivida,
y en plena madurez.
(Plenitud, Gioconda Belli)
Imagen: un viaje relámpago preparando Búsquedas y encuentros, allá por el 2007.
Ya ha llovido. Y me llevé de recuerdo en mi retina
y mi cámara este poderoso árbol y sus raíces,
tan poderosas como las palabras de Gioconda.
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