miércoles, 18 de marzo de 2015

GANARSE EL PAN CONSTRUYENDO ANDAMIOS: MI VERSIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

Que cosas tiene la vida, da tantas vueltas como una peonza caprichosa que al final te hace tomar decisiones que te alegran la vida. 
Lo mío con el trabajo social fue un azar y una CAUSALIDAD de las tantas que más tarde se dieron en mi vida. Y mira que me costó la dichosa carrerita, un accidente nada más comenzar y ya, todo el rato a contratiempo. Menos mal que tuve buenos apoyos que además pudieron despertar mi pasión por las letras y la poesía. 
Y qué es el trabajo social en mi vida? 
Pues es, ni más ni menos, que mi forma de estar en el mundo. Me considero facilitadora de procesos vitales, ya lo he aclarado en otras ocasiones. 
La vida me ha llevado a trabajar, a aprender y crecer ocho palmos cada vez con todo tipo de personas, de los más variopintos e insospechados. Me abstengo de etiquetar y colectivizar. 
Simplemente he trabajado con personas a las que, en un momento determinado, la vida les ha puesto en la tesitura de pedir ayuda o
 alguien les ha impulsado a hacerlo. 
He aprendido tanto, tanto tanto, nunca sabré cómo darle las gracias a tantísimas personas
 como a mí me han facilitado la vida, el pan, el crecimiento personal. 
Creo que esta profesión hace que crezcas, que te hagas humilde, que aprendas a agradecer cada día la vida y las vicisitudes que ésta nos ponga en el camino.
El trabajo social me dio un título, mejor dicho, eso me lo dio la Complutense y su Escuela Universitaria. 
Lo demás vino rodado y de su mano, la educación social, la formación, el tallereo, la orientación laboral...
y mil cosas más que he hecho, y de las que ahora, que estoy en tiempo de barbecho 
(ya solo queda mes y pico para volver al Centro Base) sea tan tan afortunada. 
Cada día me da la oportunidad de ganar y compartir SABERES DE EXPERIENCIA VIVIDA, 
como bien afirmaba Freire, mi admirado Paulo Freire...y cada día, desde mi humilde tarea,
 intento que la gente descubra un fiskito de sus poderíos vitales y sus potencialidades. 
Es una tarea compleja a veces, romper esquemas siempre se me dio bien, 
en los talleres dicen que provoco mucho, que remuevo..
supongo que eso va conmigo y que lo he incorporado a mi hacer, 
gracias a lo vivido a nivel profesional y personal. 
No se nos olviden las propias experiencias vitales, cómo nos nutren también ¡¡
Gracias a toda la gente que ha formado parte de mi camino: a los-as principales protagonistas, esos y esas a los que llamamos usuari@s...me gusta más la palabra Participante. 
Me considero ANDAMIADORA, 
lo aprendí en primer curso de carrera. Somos andamios. 
Cuando la vida me ha ofrecido posibilidad de trabajar con seguimiento...
siempre he compartido esta teoría con las personas: 
estaremos ahí, pero lo que vamos a provocar junt@s es que consigan tus propios recursos y herramientas...
y el andamio quedará entonces dibujado solo en el aire...

Ahí es nada. 
Ya son más de quince añitos, más los de loca perdida ayudando a diestro y siniestro
 por las calles de Madrid. En fin, supongo que adoro esta profesión, 
me fastidia tener que aclarar que no soy asistenta social. Poco a poco. 
Es lo que tiene el lenguaje, que nos invisibiliza. 
El caso es que la vida me ha dado la oportunidad de ganarme el pan de mis niñ@s apoyando a la gente,
 y encima ahora,  tengo la fortuna de ser bloguera. 
Que más se puede pedir?
Solo espero que de una vez, el Gobierno se de cuenta de que recortando nuestros puestos, 
recorta también las ayudas técnicas, los seguimientos, los apoyos que para la gente que lo necesita, 
son más importantes que el mismo respirar. 
Espero, confío en que las cosas pueden cambiar, que otro mundo y 
OTRO TRABAJO SOCIAL ES POSIBLE: el del EMPODERAMIENTO. 

Os enlazo una pelicula que me marcó enormemente. Y que lo sigue haciendo. 
Maravillosa LADY BIRD, LADY BIRD. 


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