Al amanecer, al atardecer, siempre que puedo, traigo a mi mente las palabras sabias de las personas que me rodean, de las que ya no están o de las que sencillamente
pasaron por mi camino¡¡
Aprender la vida, caminar cada día y sentir que hay una energía que te acompaña allá donde vas. Esa sabiduría, esos saberes de experiencia vivida son los que me
hacen seguir peleando cada minuto como si fuese el último.
Abrazar la sabiduría en lo cotidiano, disfrutar de cada quien y dejarme fluir,
ese es mi soniquete para este mes de noviembre que se ha estrenado frío y lluvioso,
aunque mi alma esté cálida y abrigada.
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