Festejar la vida a cada rato,
a cada instante que nos regala oxígeno y aliento.
Cada día observar cómo las personas se reinventan, con o sin discapacidad.
No queda más remedio cuando no te queda nada.
Y seguir andando, peleando la vida de modo que aprovechemos todo lo que
hay a nuestro alrededor.
Me sorprendí ayer hacia las 8 al salir de trabajar,
flipada con un atardecer poderoso y brutal, lleno de nubes que impedían
al sol brillar por última vez y regalarnos su colorido.
Esto es fluir,
dejarse llevar por cada sorpresa que el camino nos traiga.
Y seguir buscando todo lo que sea sano
y poderoso para nosotr@s.
Sin más.
Septiembre colmado de acciones, colmado de bendiciones y de bonitos detalles
de la gente que valora y gusta de pasearse
por este Artedeloposiblehoy.
Seguimos creciendo, decorando con colores lindos el día a día,
sin perder nunca la ilusión y las ganas de luchar.
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