domingo, 21 de junio de 2015

SABOREAR LA PLENITUD

Saborear la plenitud,
y sentirme dichosa
solamente por saberme viva. 
Solsticio de verano, 
bellos recuerdos se agolpan en mi mente
y me ahogan la garganta, 
la emoción desbordada
e infatigable en los últimos años,
peleando la vida 
con tanta fuerza, 
con tanto coraje, 
con tanta determinación
que ni respirar me deja a veces
la sensación de plenitud. 
Épocas poderosas, empoderadoras,
sencillez y humildad a partes iguales, 
me han hecho ser quien soy 
en estos años. 
Justo hace dos años,
puse en pie un proyecto propio
que solo fue un estreno. 
Con ello me quedé satisfecha, 
no necesité más y decidí reorientar las tablas 
hacia el arte de escribir más y más cada vez. 
Y abrí tanto tanto tanto 
mi alma 
para que sucediera el milagro 
que llegó ¡
Gracias a la vida, 
por tanto, 
por cuanto he comenzado
por cuanto he recorrido
porque el sol me ha acompañado en cada una de mis noches en vela
y la luna ha iluminado mis pasos cuando la sombra de las nubes me pone zancadillas. 




Abro mi mente, mi cuerpo entero, mi alma
y toda mi energía 
a este solsticio de verano del 2015.
Mi deseo: VIVIR, que más se puede pedir?






Todo Cambia, Sosa. ¿Cómo no podía acompañarme en este mágico y hermoso día?


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