Despierto sobresaltada.
Es el mundo, que sigue girando
y me lleva con él.
Cierro los ojos de nuevo,
me imagino sentada en la playa,
escribo, siento, me comunico.
Deseos internos que me devuelven
el derecho a seguir soñando despierta.
A seguir creyendo que los cambios que llegan
van bien encaminados en mí y en el exterior.
A seguir pensando que otro mundo es posible
y que, desde mis pobres manos de alfarera,
intento moldear mi barro con lo mejor que tengo,
con creatividad, humildad y amor.
Despierto de nuevo,
ahora ya el mundo es otro.
Se le divisa a lo lejos,
en esa utopía cotidiana hacia la que cada día caminamos
sin descanso.
Derecho a soñar, Galeano.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario