Cada día es un auténtico regalo. No lo dudo ni un instante cuando levanto la persiana al amanecer y descorro las cortinas de la inquietud.
Me encuentro en un momento vital sereno, dulce y hasta se diría que de absoluta iluminación. Estoy disfrutando del presente y el mañana ya vendrá, sé hacia donde camino
y ahora estoy en proceso de
suelte de muchas amarras, barreras y duros golpes que, como a todo el mundo,
a veces me da la vida.
Soltar, soltar y soltar....
como un soniquete elaborando un mismo compás de consciencia, fluir y verdadero ser.
Verónica Diaz en el Paypay, Cái.
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