Hace tiempo, mucho tiempo, en el año 1996 el teatro y los cuentos llegaron a mi vida.
Ya habían hecho su aterrizaje los versos y los poemas,
las horas frente al cuaderno y la máquina de escribir eléctrica.
Cuando, por primera vez, subí a un escenario solo tenía 21 años y
un puñado de poemas para compartir.
Después llegaron más versos, las canciones y la guitarra tocando al compás de mis rimas...y el Libertad 8 y otros cafés acogieron mi caminar.
Aparqué por unos años, más de 8 las tablas, re-tomándolas después para disfrutar de la auténtica interpretación, esa que no te enseñan en ningún taller sino que te sale del alma.
Hace dos años, me embarqué en la aventura de actuar para la infancia
y el año pasado comencé de manera particular el solsticio de verano: subida a un escenario.
La magia que siento en las tablas, la energía que me llega de quienes acuden, la luz que junt@s desprendemos, eso, es para mí el teatro.
La voz de los pueblos, la luz de las pasiones, los sueños hechos realidad.
Retomaré esta faceta artística cuando haya avanzado en la de escritora.
Las tablas tendrán que aguardar mi regreso....
http://creartika.com/18-cosas-de-que-las-personas-altamente-creativas-hacen-igual-que-el-resto/
(Muy interesante sobre lo que las personas altamente creativas
NO hacen igual que el resto...a ver si alguien se siente identificad@)
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