Dejar fluir la mente, sin miedo ni barrera que me enturbie
los pensamientos en blanco que a mi ser acuden.
Dejar que las malas energías se marchen con sus mochilas
llenas de cargas vanas y que no me aportan nada, que me aportan desasosiego...
honro a esas malas energías por permitirme vivir otras buenas emociones y
las despido despacio y sin prisa.
Dejarse calar por la música y por las notas suaves de la canción que hoy me acompaña.
Ser consciente de que no tengo ninguna prisa...mis pies caminan suaves sobre la fina
arena de la playa de mi quietud y me entrego a la caminata sin un objetivo
más allá del día de hoy.
Y en medio de todo, mi consciencia y mi ser entero
disfrutando del momento presente.
(Reflexión nacida del momento presente que vivo: dejándome fluir)
No me gusta este cantante, si que me gusta esta canción y cómo el lunes pasado caló en mí y me hizo tener un día precioso como escritora...
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