Cada rostro es un mundo. Con sus surcos en la piel como si fueran los senderos que se marcan en la tierra para la siembra.
Y cada uno de ellos encierra una historia de vida. Un horizonte vital y un camino a recorrer.
Las personas somos mucho más que un nombre-apellidos-dni. Somos historias de vida andantes y que nunca dejan de aprender. Y solo quien cree que ha dejado de aprender y sorprenderse, deja de estar vivo.
Esta es mi percepción de la vida y de los procesos vitales y emocionales que cada quien siente y desarrolla. Y detrás de cada rostro, toda una vida por descubrir y un proyecto que soñar. La mirada de esta mujer en una pintada lisboeta me sorprende siempre. Imagino qué querría transmitir el-la artista que tuvo la idea de plasmar en mitad de las calles tan hermosa imagen. Es una de esas razones que hacen factible-viable-creíble el Arte de lo posible hoy¡.
Y somos PERSONAS EN BÚSQUEDA y eso no podemos dejarlo de lado nunca.
Así además me despido con arte de un mes cargado de muchas alegrías y emociones. Gracias a tod@s¡
(Foto: pintada en mitad de las calles en el barrio viejo de Lisboa. Verano 2009)
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