La pequeñez de las situaciones y de las personas se hacen presentes cuando "la vida" te sucede...
y se sucede en ocasiones con arrebato, pasión, fuerza...
otras irónica y sarcástica,
algunas veces dulce, tierna, delicada, especial...
Ante esta imagen tan sencilla, que refleja tanta pequeñez y tanta grandeza,
no puedo sentir más que emoción y ternura.
Cuando me pregunto el por qué de mi vida o
el para qué me ocurren determinadas situaciones,
recuerdo esta imagen.
Un pájaro, uno más entre un millar,
tranquilo,
al atardecer en el poderoso Océano atlántico,
pasea por la playa y despacio sigue su camino.
La pequeñez e insignificancia de las cosas
es lo más grande que mi percepción puede acoger...
para despacito, seguir caminando.
Imagino que necesito un poco de calma en estos días de concentración,
imagino que acordarme de Portugal y todo lo vivido allá, me serena la piel y las energias.
(Foto: Atardecer en Ericeira, Portugal. Verano del 2009¨)
No hay comentarios:
Publicar un comentario