Busco y busco,
sigo caminando,
firme en mi toma de decisiones...
pareciera que no pudiera tirar
de mis propios pies...
en este sendero que deseo
continuar disfrutando.
Me cuesta mover las piernas...
como si llevase una losa atada a ellas...
sigo tirando con fuerza,
sin quejarme
ni autolamentarme.
Es duro,
muy duro.
Entonces,
el sol se pone...
la losa que me subyuga
comienza a deshacerse,
como si se hundiera en un barrizal..
y camino otra vez,
salto-corro-expreso.
Atardeceres poderosos
que me devuelven la libertad.
(Foto: Atardece en Granada. Agosto 2012)
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