martes, 28 de abril de 2020

FLUIR

Las lágrimas se agolpan
precipitadas en la garganta. 
Imposible no dejarlas
abrirse paso.
Y permitir que fluyan a su aire, 
en su agua de dudas
y sueños rotos. 


Es tiempo de barbecho 
en este mundo repentino
que, por sorpresa e impuesto, 
estamos vivenciando.
Tiempo de llanto y risas forzadas, 
de ausencias eternas 
y húmedas palabras.


De luces a lo lejos y en el horizonte
que parece no querer llegar nunca. 
Tiempo de utopías y deseos ardientes
que sólo aprenderemos a soñar
si confiamos 
en un mañana distinto y humano. 
Es tiempo de llanto. 
Si. De llanto... 
porque la luz
sólo tiene sentido y significa 
si antes vivió en la oscuridad.


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