La vida a veces, en muchas ocasiones diría yo, es como una instantánea de este puerto en Estoril (Portugal).
Cada barco espera su momento para zarpar y navegar rumbo a donde desee partir.
A veces, no somos nosotr@s quienes manejamos el timón,
aunque podemos hacer mucho por dominarlo. A veces, las situaciones, la enfermedad, las personas que nos rodean...nos hacen tomar uno u otro rumbo.
A veces, decidimos dejarnos llevar al capricho del viento que empuja el mar y nuestras velas.
A veces, nos aferramos tan tan fuerte al timón que logramos y conseguimos
dominar al propio océano.
Otras veces es el océano quien hace de nosotr@s trapajos a su antojo.
Por la mar chica del puerto, ando navegando y dejándome fluir.
Comienzan mis días de descanso tras un año potente e intenso.
Seguir escribiendo es mi soniquete interno en este instante
y salir a surcar todos los océanos posibles.
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