Dejarse llevar por las cosas sencillas que suceden sin más...en ese compás estoy intentando bailar mi particular danza de agosto y con un nuevo ciclo en todos los sentidos que me está cambiando la vida.
DARSE PERMISO y autoregalarse situaciones, momentos y provocar con ellos una sensación fluida y mágica de bienestar y placer.
Algo tan mínimo como un paseito relajado a mi compás por el retiro, rodeada de árboles y pájaros que cantan, el ruido y el fluir del agua, el senitr la naturaleza...me dejé llevar y surgió esa sensación placentera que dan las cosas sencillas que tiene la vida.
Atenta a todo lo que me sucede, a cómo está fluyendo todo a mi alrededor, abierta al mundo y a las personas... en un encuentro absoluto conmigo misma y con mi profundidad...siento que este tiempo y ciclo vital que arrancaba en julio no se detiene y me hace volar con él...hacia donde el corazón me lleve.
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