Se me iban agolpando en los ojos cascadas de lágrimas que nacían de mi centro, de ese centro de cada quien conoce y sabe dónde se haya....
Se me arrancó la nostalgia, la emoción, la ilusión, el recuerdo hermoso de los días compartidos.
Me ocurrió ayer.
Menudo inicio escénico y poderoso del verano que estoy viviendo.
Ayer acudí al festival de la escuela de flamenco.
Y lloraba por no estar yo en ese escenario, porque la crisis me ha impedido hacerlo.
Pero sobre todo me emocionaba saber que ese arte tan puro y hondo me sigue arrancando del alma la emoción más pura que me nace de mi fondo secreto.
Sin duda alguna, el arte puro es el que nace de dentro y que se recibe desde dentro por parte de quien lo disfruta. Eso es el arte.
Nada más y nada menos.
Todo un regalo, para empezar este verano que se avecina lleno de cambios y de toma de decisiones,
abierto lo espero, abierta lo quiero.
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