NUEVO CICLO, EN CAMINO

Si tuviera que reflejar con una sola palabra lo ocurrido en mi vida, a todos los niveles, en este fin de semana en el que nos visitó la SUPERLUNA y el solsticio de verano brilló de ese modo,
escogería: 
CONSCIENCIA.
Y no sólo porque esta palabra me lleve acompañando y siendo mi compás los últimos meses,
no sólo porque me siento completamente satisfecha con lo ocurrido,...
no sólo porque estoy feliz...
sino porque pude realizar un sueño.
Un sueño que llevaba fabrikando en mi interior durante muchas lunas, muchos meses e incluso muchos años...
Un sueño q se tornó montaje escénico y en el que sola, volví a subir a mis poemas a un escenario...ellos cobraron vida propia, volaron por la sala y se quedaron en la memoria de quienes tuvieron el detalle de acompañarme. 
Un sueño que logró una comunicación plena entre cuentos y versos, de una manera fluida, sincera, natural y dulce pudiera decirse. 
Un sueño que mereció la pena vivir y que se repetirá si pongo todo en ello como hice. 
Y el Solsolito anunció que el verano llegó. Y los niños (todo niños) lo disfrutaron y su variedad en edad no fue una dificultad para nosotras sino una oportunidad para aprender. 
En fin, 
un gusto y un placer que repetiremos si la vida, las casualidades y la plena consciencia en la que me encuentro lo permiten y facilitan. 
Gracias gracias gracias y más gracias. 
Nuevo ciclo y nuevo comienzo. Cojo mi mochila llena de experiencia y salgo a caminar...todo un ciclo por descubrir, todo un mar por navegar.
(Foto: reflejo de mi emoción, ese atardecer lisboeta me envuelve como lo hace la sensación de plenitud que me acompaña).