Nos remata y pone contra las cuerdas.
A veces parecemos boxeadores peleando
por ganar ese combate piel con piel
en el que nos va el latido y el dolor.
La vida nos sorprende
Nos anula las ilusiones
para luego regalarnos el abrazo improvisado
del buen trato
hallado al margen del camino,
en las laderas de las emociones,
por donde creíamos que ya jamás transitariamos
La vida nos sorprende
Y nos nubla los sentidos del amor y de la dicha,
iluminando nuestro andar y de quienes quieren acompañarnos.
La vida nos pone en juego,
a prueba.
Cada día, en el mundo a cada rato.
Hay ratos largos, eternos,
cargados de desasosiego
en los que nos sentimos morir aún respirando,
aún amando, aún sintiendo.
Hay ratos breves que se vuelven infinitos
en nuestras manos y emociones
que nos recargan el alma de dicha
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