Han pasado semanas y meses,
han llovido duelos y vaivenes
emocionales e indeseados
Tantos y tantas que ya no están
Tantas experiencias duras que recordar...
Y aún así,
los egoísmos pandemicos a la carta
continúan ocurriendo a cada paso.
Sentir que no hemos aprendido nada
no es una opinión derrotista y fracasada
es una verdadera realidad,
esa que palpamos cada día
en cada lugar de este mundo.
Se repiten de nuevo
los mismos escenarios
con los mismos personajes
basados en hechos tan reales
que ni siquiera existen ya.
Nos apena que no haya Navidad...
Esa que parece ser la que un día
inventó El Corte Inglés...
Nos sentimos secuestrad@s...
!! Qué contrariedad!!
Nunca supimos qué era la libertad.
Tantas y tantas realidades diversas
y tanto por hacer tras este huracán pandemico
del que no saldremos si no ponemos
la energía y la fuerza
en lo que de verdad importa
¿Por qué no dejamos ya
de mirar nuestro ombligo
quejándonos de continuo
y colaboramos
cuidandonos
para cuidar que tod@s nos podamos recuperar?
¿Es tan difícil empatizar con cómo celebrará las fiestas
la gente que perdió a alguien en este tiempo,
tan insensibles nos volvió el egoísmo?
Hago fila en el centro de Salud para vacunarme de la gripe...
el descaro para querer entrar l@s primeros siempre me inquieta...
me resulta imposible no observar
(será la profesión...)
Varias ancianas tienen cita,
apenas si se tienen en pie...
Y una mujer joven con un bebé de cuatro meses pretende entrar antes que ella...
A pesar de la mascarilla
mis ojos tras las gafas nubladas
se expresan...
Un jubilado tras de mi lo expresa en alto: hablamos con distancia pero hablamos.
El jubilado me dice que no entiende que me sorprenda: joven, siempre fue así, tont@ el último.
Me apena, me encorajo, me enfado...
Porque no hemos aprendido nada: nuestros egoísmos están aquí campando a sus anchas...
Esta pandemia ha triplicado la capacidad de dar de los generos@s
Y ha hecho lo mismo con l@s egoístas...
Transitan entre nosotr@s
como aves de rapiña...
Es como si lo más importante y valioso, la VIDA,
pasase a un quinto plano
para competir con la economía
la economía y la economía.
En fin, los egoísmos pandemicos a la carta
hace tiempo ya que nos robaron la empatia y la solidaridad...
Cuidado con dejarse conquistar por ellos.
¡¡Torres más altas han caído!!
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