Dejar el coche en suspensión, como cuando te paras en un semáforo y esos 3 minutos se te hacen eternos.
Quedarte abobada viendo cualquier escena en la calle.
Amanecer y desayunar despacio, sin prisa, sin angustias y sin mirar el reloj o el móvil.
Desperezarte y saberte tranquil@, feliz, sin miedos infundados o fantasmas de la ópera que aún no han encontrado un papel en tu historia de terror.
Pasear por entre las sombras, jugando a que el sol te ilumina la cabeza y dejarte llevar por el ritmo y destino que tus pies precisen.
Tiempo de barbecho, para mí para ti, para cualquiera que después de mucho tiempo peleando la vida, necesita RESPIRAR sin más.
Al aire de Chambao para acompañar el comienzo de este Julio en el blog ¡¡
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