domingo, 18 de enero de 2015

CUERPOS

CUERPOS. Desnudos. Vestidos. En verano, en invierno. Calzados, descalzos. 
Seguros de si mismos o acobardados en un rincón. Subidos a una pasarela 
o atiborrados de helado. 
Anchos, amplios, profundos. Delgados, estilizados, frágiles. 
Cada persona, un cuerpo. No¡ No y no¡¡ No somos solo cuerpos. Para nada. 
Somos mucho más que la talla que usamos, la cara que pones cuando no tienen la tuya o la forma en que te miran por la calle si tienes sobrepeso y te comes un helado. No solo somos cuerpo. Y las mujeres no solo somos mirada y agrado para quien nos observa y disfruta de la escena. 
Cada vez es más preocupante el número de personas que deciden dejar de comer, tener conductas purgatorias con su alimentación, negarse a salir a la calle, operarse y reducir su peso, 
atiborrarse de fármacos para perder peso...y más aún las niñas jóvenes. 
Escena en el metro: dos chicas de unos 18 años comparten el número de kilos que han cogido en las fiestas y el cómo se los van a quitar de encima. Ninguna de ellas debe llegar a los 50 kilos. 
Es tal la presión que vivimos desde los medios de comunicación social que resulta agotador cuando se percibe desde cerca en adolescentes. 
Y luego está el discurso de la salud y la vida saludable. 
Más ejercicio y buena alimentación y menos lipograsil y biomanán para adelgazar. 
Somos cuerpos, somos almas. Somos personas, cada un@ a su modo. Con más o menos kilos, con más o menos altura, con más o menos inteligencia y don de gentes. PERSONAS. 
Que no se nos olvide nunca a quienes trabajamos con jóvenes y con adult@s susceptibles de caer en trastornos de alimentación. Cada día más, espero que poco a poco tomemos conciencia de que comer es un placer, y como todo placer, ha de tener una medida. 
No hay más secreto para perder peso. Pero sobre todo, hemos de pensar que nosotr@s somos las personas más importantes de nuestra vida y que si nos hacemos daño, estamos machacando mucho más que la balanza de los kilos de más. Estamos destrozándolos por dentro. 
PERSONAS en búsqueda, como siempre expongo aquí. Como en los talleres. Cada quien busca la felicidad como puede, como sabe o como alguien le dijo un día que lo haga: que nunca sea destruyéndonos a nosotr@s mismos para agradar a una sociedad cada vez 
más vacía de contenidos y valores. 

Una película maravillosa que cualquiera que trabaje con personas debería ver: 
LAS MUJERES DE VERDAD TIENEN CURVAS


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