Si pensásemos en cuántas cosas suceden en un año de nuestras vidas, ¿por dónde empezaríamos?.
La pandemia me alejo del abrazo de mis mayores,
de disfrutar sin mascarilla de una reunión con amig@s,
de ir a un Museo y no tener que guardar distancia de seguridad,
de tantas y tantas cosas de las que nos ha privado este virus.
Sin embargo, entre tanto,
mientras podemos o no quejarnos de todo lo que nos "ha robado",
así lo llaman quienes se "mal" dedican a la politica,
a otras personas les han robado mucho más que esas situaciones concretas:
se les ha privado, por "decreto ley y por cabezonería" de lo más esencial:
la ENERGÍA.
Desde hace más de un año, la ciudadanía de la Cañada Real Galiana contínúa sumida en la oscuridad.
Imaginen cómo debe ser para enfermos crónicos como oxigenodependientes o diabéticos,
o cómo será dormir por las noches sin un calefactor al menos...
Vivir sin luz. Ni más ni menos. Más de 1800 niños y niñas soñando a oscuras sin poder ser niñ@s.
Entre tanto, de nuevo hoy,
nuestros EGOISMOS PANDÉMICOS A LA CARTA
siguen campando a sus anchas....
y luego nos enfadaremos
porque volvemos a tener restricciones.
Si supieramos lo que es realmente la pobreza energética por IMPOSICIÓN política,
entonces no nos quejaríamos tanto.
Un poco de conciencia social, hagan el favor.
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