domingo, 21 de marzo de 2021

UN AÑO DESPUÉS...


Siempre tuve un poco de Quijote... 

Siempre creí que sí todo el mundo remaba a la vez, en unos meses saldríamos adelante.

Pensé también que saldríamos de este shock a todos los niveles, mejores personas: más empaticas, más unidas, más solidarias, más humanas...

Como decía Ana Maria Matute

“Nunca me he desprendido de la infancia, y eso se paga caro. La INOCENCIA es un lujo que uno no se puede permitir y del que te quieren despertar a bofetadas”.

Pues eso me pasa a mi, muy a menudo de un año a este parte... 

Me siento absolutamente decepcionada con esta sociedad plagada de egoísmos pandemicos, de irresponsabilidades colectivas, de descaros inoportunos y de imprevisible futuro. 

Así es y así lo expreso. 

No dejo de lado TODA LA OLA DE SOLIDARIDAD que vivimos a diario en los barrios, que no en los gobiernos. Brotó una oleada absoluta de empata que se vio ocultada por el egoísmo de quienes hacían caso omiso de las restricciones. 

Fiestas ilegales versus confinamiento voluntario. 

Rebeldía versus responsabilidad 

Egoísmo versus empatia: es esta gran clave que nos caracteriza. 

No hay duda:.desde que el mundo es mundo.

Sin embargo ha sido un año creativo, productivo, reflexivo, empoderador y cargado de aprendizaje y nuevos retos. 

Así que, como bien cantaba La Negra... ¿Quién dijo que todo está perdido? 

Seguiremos ofreciendo el corazón. 






4 comentarios:

  1. Me pareció muy interesante reflexión. El egoísmo es la peor enfermedad que hay.

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  2. Pues si, depende de cada quien el dejamos gobernar por la empatia y la generosidad. Gracias por tu interés

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  3. Mientras haya quien siga regando la UTOPÍA, no estará todo perdido.

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  4. Mientras haya quien sigua regando la UTOPÍA, no estará todo perdido.

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