Despierto inquieta,
sobresaltada...temorosa tal vez de amanecer a un nuevo día.
Inquieta por dentro y por fuera,
me tiembla el ojo izquierdo.
Tiempo de quietud y de calma
que no llega a mi cuerpo.
(Foto: Mi rincón favorito en la Caletilla, Almuñécar Granada, verano 2014)
Sin duda alguna,
este es un tiempo de Ausencias,
de duelos,
Vaivén de duelos infinitos...
Tiempo de ausencias para mí, para tod@s.
Recordar es volver a vivir, sentir, amar de nuevo...
Este verano atípico como lo llaman
será necesario para transitar de estación,
para renovar fuerzas,
para enfrentarnos a lo que nos llegue en otoño...
dicen que no será distinto a la primavera.
Entre tanto,
las fiestas del barrio más castizo de Madrid
se diluyen en el recuerdo
y aún así,
el Santo de Cascorro
(Foto: San Cayetano aguarda en el pórtico, la mañana del 7 de agosto 2020)
sale a su pórtico para bendecirnos,
para acompañarnos y seguir recordando a su vecindario fiel
de la vecina calle del Oso
que sigue protegiéndonos y cuidándonos.
(Foto: La calle del Oso la mañana del 7 de agosto 2020)
Y duelen las ausencias
y duelen mucho los sinsabores que esta pandemia
ha dejado en los cuerpos y las almas,
en las emociones...
Nos hemos llenado de temores.
Este verano no pisaré la arena,
la pisaré virtualmente....
(Foto: Isla de Ons, tierras gallegas: gracias a Elena Taboada por regalármela)
Y ese "El mar te trae y te lleva...."
que siempre recito,
todos los veranos
paseando,
bañándome,
gozando y disfrutando del agua...
lo recitaré aquí,
en el asfalto de los Madriles...
(Foto: Liencres, Cantabria: gracias a Virginia Castillo por regalármela)
Y así,
ese mar que te trae y te lleva
será de nuevo
mi himno y mi poder,
mi faro y mi guía.
El mar te trae y te lleva y no deja que te quedes....
y siguen peleando la vida,
a pesar de los tiempos...
Tiempo de ausencia,
tiempo de recuerdo,
tiempo de lágrimas y de emociones.
(Aquel verano mágico en el que todo comenzó...)
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