miércoles, 31 de agosto de 2016

TIEMPO DE BARBECHO

Tiempo de barbecho, 
reflexiones nuevas cociendo a gusto y con calma en mis manos,
regusteando el sabor 
y relamiéndose de lo bueno y hermoso vivido en estos meses.

Que fortuna la mía,
cruzarme contigo,
estar a tu vera,
sentirte siempre cerca.
Siempre y en todo momento.
Tiempo de barbecho,
para pensar, 
para abrir y para cerrar,
para sentir y soñar,
para conseguir y quedarme a medias
y no sufrir por no alcanzar la meta.
Lo importante: el viaje,
lo valioso de la vida,
el instante que vivimos.
Que fortuna la mía
habernos cruzado en este tiempo hermoso 
que aún disfruto y siento,
gozándolo y sintiéndome tan tan fuerte,
tan tan viva,
tan tan querida.


Que fortuna la mía,
ser una misma y poder volar
hacia donde quiera llevarme el viento
y las mareas que mueve y remueve la luna de agosto
que aún conservo en mi retina como un regalo
único y exclusivo para mí.
Tiempo de barbecho,
sintiéndolo,
vibrándolo, 
gozándolo.
Disfrutona como ninguna, 
abro las compuertas de la presa
a nuevas olas que me llenen,
que me lleven,
que me naveguen dentro y fuera.
Tiempo de apertura,
tiempo de disfrute. 
En ruta: somos instantes. 

 

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