Compartir la vida, andar despacito junt@s,
cogidos de la mano, sin más horizonte que el rato
que tenemos por delante.
Y sentir cerca toda la furia del mar,
toda la vida del océano poderoso que tengo ante mis ojos.
Y saberme dichosa, plena, feliz, empoderada.
Sin más necesidades que cubrir, sin más sonrisas que fingir,
sin más estereotipos que superar.
Ser yo, naturalmente y con toda la luz que
el mar que quiere regalar.
Amanece en Cabo Cope, no hay palabras para describir mis emociones. Agosto 2015.
Una canción que me viene a la memoria cuando me siento plena,
me la tarareaba mi madre de niña.
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