Los sueños, si se persiguen y se cree en ellos, se cumplen...no se cumplen como tal, sino que tu alma se acerca a esa quimera emocional que es el deseo de realizarlos.
Si un@ se empeña en ello, se lo propone, hace todo lo posible...entonces sucede:
empiezan a caminar las emociones, y zas ¡, ahí está ¡
Ser o no ser? Estudia esto o lo otro, dónde vas estudiando esa carrera...así no vas a llegar a ningún lugar....
Son frases que resuenan en nuestra memoria de cuando de pequeñ@s planteábamos qué queríamos ser de mayores.
Realmente es duro creer que todo está tan condicionado por la supervivencia y el dinero...
cierto es que es necesario...pero también lo es que se pueden vivir profesiones en paralelo.
Cuando yo era chica y empecé a escribir, nunca creí que podría ser escritora o narradora...
después la vida me llevó hacia la poesía y la intervención social y ahora la vida me está regalando la oportunidad de ser lo que deseo...
ando conectando pues con esa emoción de que por fin, podré compaginar ambas realidades y en ambas, poner un poquito de cada una de ellas...
que lo logre o no, eso ya no me importa tanto...
lo más preciado que tengo en la vida es la constancia, la creatividad y el entusiasmo...
3 buenos ingredientes para, como esta niña, lograr lo que deseo.
Que nadie nos diga nunca, y menos un ministro, que lo que nos gusta
no es admisible en el imaginario socio-cultural.
(La niña que quería ser bailarina)
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