Descubro cada día la soledad de la gente.
Gente que está atravesando momentos duros y que en su reflexión compartida,
expresan "que sol@ estoy".
¿Qué significa estar sol@s?
¿ Se refiere a no tener familia, pareja, prole a la que cuidar?
Ese marcaje que la sociedad nos ha hecho a tod@s, nos influye más a las mujeres.
Sobre todo, por la maravillosa pregunta de los hij@s.
El derecho a estar sola o solo es una cuestión de toma de decisiones.
Sin embargo, algunas personas no lo viven como opción sino como castigo.
Cuando trabajé en el Espacio de Igualdad, descubrí
y aprendí a transmitir que esa soledad era mismidad (como dice Lagarde)
y que cuando se comparte se hace SORORIDAD.
Ahora que estoy siendo testiga de muchas situaciones similares,
no dejo de preguntarme cuando evalúo mi trabajo,
si estoy transmitiendo esa energía
o me estoy quedando en lo que meramente me marca el sistema.
Y descubro que sigo, como siempre,
haciéndole pases de cintura y estrategias de la abuela al marcaje
que el programa marco me recuerda.
No miento si afirmo que necesito recordarme cada día quien soy y de dónde vengo
(a nivel profesional y personal)
para no perderme en un naufragio predecible.
Empoderar, acompañar, fluir con y para la gente...
sigue siendo el compás que marcan mis pasos y el soniquete que quiero bailar.
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