NO HAY BARRERA, CERRADURA NI CERROJO QUE PUEDAS
IMPONER A LA LIBERTAD DE MI MENTE. Virginia Woolf
Hemos comenzado el año con asesinatos.
Asesinatos de mujeres a manos de sus agresores,
que también son asesinadas por los medios de comunicación.
Cuánto se juzga: no denunció, enseguida se fue con otro hombre,
no pensó...
Cuando veo las noticias o los debates, en muchos momentos estas son las reacciones que hay tras la información que se da.
El caso es juzgarnos.
A todas y cada una de nosotras.
Y se nos juzga con una ley provida, que no permite tomar decisiones con libertad.
Se nos juzga si no tenemos hij@s a cierta edad.
Se nos juzga si se nos pasa por la cabeza defender el derecho a elegir.
¿Es tan difícil? Es más fácil que todo eso: es la estrategia antigua del patriarcado:
anular, anular, anular.
Por eso esta frase me ha llegado estos días.
Podremos no expresar en ciertos ámbitos que opinamos,
pero nuestra mente es nuestra y solo nuestra.
Así que, que ninguna barrera o cerrojo autoimpuesto a veces nos impida la libertad.
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