Hace más de 15 años, no sé si 18...más o menos...cuando era muy jovencita y me comía el mundo y el trabajo social, comencé mi andadura como voluntaria en calle con PSH y con personas con VIH. Eran otros tiempos. La gente sí se moría de Sida.
De hecho, a mis 22 años acompañé a varias personas en aquel proceso. Y me dolió el duelo, el mío y el de sus familias. y amistades....
Me dolió un tiempo corto y después me hizo ver que quería dedicarme a la exclusión social, mejor dicho, a la inclusión social. Y así fue.
El trabajo en aquella ONG donde empecé dando un Taller de Expresión literaria marcó un comienzo que aún a a día de hoy sigue siéndolo.
Hace dos años retomé el contacto con el VIH de frente y de golpe, 4 talleres y un montón de voluntari@s de los que aprendí tantísimo hicieron que pueda comparar, hoy, cómo se ha avanzado y cuánto se ha conseguido en calidad de vida.
Algunas personas que participaron en los talleres que impartí eran portadoras y vivían con el VIH.
Algunas lo compartieron, otras lo compartieron más en intimidad.
De todas y cada una me llevé el regalo de la lucha, de la resiliencia,
de la calidad de vida que trataban de alcanzar.
Ahora en el trabajo que tengo también trato con personas con vih y sigo sacando esa misma enseñanza: LUCHA. Nada más y nada menos.
Y empoderamiento, autogestión, libertad, algo de estigma (o mucho)...pero sobre todo, PERSONAS en búsqueda: de su felicidad, de su equilibrio, de su proceso vital.
Me apetece compartir este vídeo-documental (igual ya lo subí el año pasado):
TIRAS DE MI PIEL. Ahí queda eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario