Me preocupé cuando empecé a leer sobre "la mala leche de Verónica o que estaba como una cabra"
Fue
curioso, cuando dije "no está bien", pensé en esa normalidad de la que
tanto alardeamos: estamos centrados, no decimos sandeces, somos
cordiales, educad@s, no decimos palabras malsonantes y sonreimos como en
una Gala de Los Goya.
Pero no, esto era otra cosa.
Poco a poco, quise ver algún otro programa de MasterChef y ví además, que a veces, la trataban como a una persona ida-trastornada...era algo ya común en todos los concursantes. Y eso ya me pareció surrealista.
Entonces empecé a leer sobre ella: padecía depresión y tal vez, el programa podría ayudarla a mejorar. Pero no...aquello iba de mal en peor hasta que ella misma decidió abandonar el programa. Hasta entonces, durante el programa, mucha burla y poca empatía.
Y al tiempo, el desenlace: un suicidio, tal cual. Ni más ni menos.
Este hecho reabrió el debate sobre el estigma de la enfermedad mental y el miedo que nos da.
En mi trabajo cotidiano, tengo oportunidad de conocer a grandes personas, maravillosas, que sufren algún tipo de enfermerdad mental. Puedo asegurar que la lucha cotidiana, a veces, es por hacerse entender y cuesta, ya lo creo que cuesta.
La depresión mayor existe. Las obsesiones existen. Las alucinaciones existen. Es muy duro ver cómo la gente lucha por mejorar y cómo la sociedad, nuestra sociedad, sigue juzgando y castigando a todo aquel - aquella que sea distinto.
Hace ya once años, trabajé en un Equipo de Apoyo socioComunitario. Fue un regalo acompañar a cada una de aquellas personas en su día a día, y darme la oportunidad de EMPATIZAR con su dolor, con su estar y su ser en este mundo. Y aprendí que a tod@s nos puede pasar, que es fundamental tener un entorno que te comprenda y te arrope y te empodere a la vez. aprendí que vale la pena dejar atrás los prejuicios y VER a la persona en su conjunto, desde su globalidad: como cuando trabajamos con adict@s (darle la vuelta a sus habilidades en el consumo y trapicheo, por ejemplo, y ponerlas en valor a la hora de afrontar la vida).
La salud mental importa y mucho. Mientras la TV siga estigmatizando, flaco favor le hacemos a quienes la sufren.
Entre tanto, la vida sigue, en lucha para tantos y tantas....no cabrían los nombres, no habría papel siquiera para NARRAR sus historias de vida.
Para ell@s, por ell@s, con ell@s.
gracias por el buen trato a tí también)