Olivia y Anna, Anna y Olivia. La mayor ha aparecido en una bolsa de deporte lanzada al mar donde nadie pudiera encontrarla, donde nadie pensase que estaría. La pequeña aún en paradero desconocido aunque dicen que también tirada al mar en otra bolsa de deporte. Solo tenía 6 años, solo tiene un año. Secuestradas por su padre, nada más y nada menos.
Rocio ha muerto hace una semana a manos de su exnovio y padre de su bebé de cuatro meses. El mismo ha confesado que la ha destrozado el cuerpo y ha tirado sus restos por aquí y por allá. Solo tenía 17 años.
No cabrían los nombres. No cabrían las vidas de tantas.
De tantas mujeres muertas, asesinadas, violadas y violentas maltratadas por el patriarcado.
Si. Es cierto.
Se quejan los medios, se queja la sociedad de que el feminismo culpa a los hombres.
No se culpa a los hombres, se culpa el comportamiento de los hombres,
el que se sientan seres superiores (porque siempre se lo hicieron creer),
el que tengan poder sobre las mujeres, el que decidan si su expareja puede o no estar con otra persona,
el decidir que no vuelva a ver a sus hij@s por venganza, rabia u odio...
No están locos ni enfermos. Son hombres malos. Son asesinos, que no es poco.
Hombres con una educación patriarcal y androcentrista, todo gira en torno a lo masculino. Hombres que han recibido refuerzo siendo machotes y reproche siendo femeninos.
Hombres que no gestionan las emociones, que se vengan de su ruptura (tras tiempo largo de maltrato) a través de sus hij@s, que instrumentalizan a los niñ@s y sus emociones para hacer daño a la persona que ya no desea estar con ell@s. Que como la madre de las niñas canarias quería comenzar de nuevo con otro hombre. No me cabe duda de que la juzgaremos por esto: por estar enseguida con otro, por querer ser feliz...al final ellas siguen siendo culpables de esa violencia vicaria ejercida a través de sus hij@s.
Durante más de 3 meses (y lo que viene por delante) hemos estado reviviendo con una famosa toda su vida de maltrato, ninguneo y violencia vicaria. Hemos asistido a un juicio en los medios de comunicación a una mujer que, también por esto la hemos juzgado, ha tardado 20 años en hablar.
Hemos asistido a la promoción en TV de una joven de 24 años que, cuando tenía 15, agredió a su madre y se zafó de ello con su padre mientras ambos querían denunicarla a ella. Una joven que no se ha arrepentido de lo que hizo, que no ha cumplido condena lógica (como trabajos de servicios a la comunidad) sino un arresto domiciliario en casa de su padre.
Hemos asistido a un juicio mediático, sin más. Donde se ha hablado de que una madre no debe odiar, no debe guardar rencor...el caso es que la idea de mujer sufrida sigue siendo lo que prima: todo lo perdona, todo lo repara, todo lo soporta...hasta las hostias de su marido y de sus hijos. Eso si que va contra natura, agredir a quien te ha dado la vida.
Y ahora qué? De nuevo, el dolor y la pena que nos da en TV porque Olivia, Anna y Rocío ya no están. Porque su gente se queda sin hijas, sin sobrinas, sin nietas, sin madre en el caso de Rocío.
Y la alerta feminista volverá a las calles esta noche para volver a visibilizar la VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES.
Por hoy, nada más que decir. Nada más de aportar. Pero tenía un nudo que tenía que soltar.
!! NI UNA MENOS ¡¡