Un año más y no cesan los asesinatos,
porque así hemos de llamarlos, ASESINATOS.
Pasó ya el tiempo de los crimenes pasionales,
del "algo habrá hecho para que la golpee"...
Pasó ya el tiempo de justificar la violencia por justificarla,
de no comprender que las personas que sufren violencia,
pueden y deben empezar a caminar de nuevo.
Pasó ya el tiempo de intentar amenazar con eliminar las leyes
que nos amparan y medio protegen, porque no hay protección
real y efectiva.
Llevamos años luchando por leyes justas,
nosotras y las que estuvieron antes
y las que desde la antiguedad reclamaron igualdad
al patriarcado que desde hace siglos y milenios
nos corta las alas a todas,
a las que recién llegaron al mundo,
a las que empezaban a conocerlo
(morir a los quince años no tiene nombre)
a las que se enamoraron sin remedio,
a las que pelean cada día por un mundo más coherente
e igualitario,
a las que creen que eso del feminismo es una tontería
y que nunca vamos a lograr nada.
A todas nosotras,
nos asesinan cada día,
sin acritud...
la violencia que se ve, la real,
la que no se ve, la sutil, la invisible
está ahí cada día,
en el transporte público,
en los medios de comunicación,
en el ámbito laboral,
en las casas,
y no solo en ellas,
en las calles,
en las familias,
en las escuelas....
Tantos y tantos lugares,
tantas y tantas violencias....
Pasará más tiempo,
ojalá y cuando yo me despida de este mundo
(que sea dentro de 50 años al menos)
podamos juntarnos y recordar
las manis,
los abrazos,
la sororidad,
las asesinadas
y lo vivamos como una parte horrenda
y vergonzante de nuestra historia
que hemos conseguido erradicar
porque se firmó pacto de estado
como con el terrorismo de ETA
o contra el estado islámico.
Que cese la barbarie.
LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ.